Grandes y pequeñas preguntas
¡Qué blandos los corazones
qe dudan de sus razones
Las respuestas las tiene Rolando, heredero de la reputada baronía de Yema Mejida, distinguido Huevón por nacimiento y por méritos propios, leal amigo de Pero, hijo de Burgadea, condesa viuda de Mata, distinguido también, pero, sobre todo, cautivado por las artes y dones del soberbio trovero Eminoldo.
Pero hay preguntas para las que Rolando no tiene respuestas: ¿Qué infecciosa catástrofe puede acabar de repente con las mundanas aspiraciones de una hermosa dama? ¿Qué monstruo, impetuoso y constante, somete al carnal conde de la Encina? ¿Qué ecos de ultratumba atormentan el sueño de Ronulfo? ¿De qué es capaz un espíritu decidido para alcanzar sus fines…?
Después de esto, poco espacio queda en la contraportada de un libro para explicar cuál es el contenido del libro. Y hete aquí que un miembro del equipo de producción del libro consigue resumirlo en una frase: «Una aventura en verso de amor, humor, enredo y magia». Esto es «El huevo de Rolando»… para empezar.